El proyecto del Sistema Único de Información en Salud contemplaba tres data centers idénticos, operando en modo activo–activo con balance de carga. Sin embargo, el primero ya fue adjudicado de manera individual, cuando lo recomendable hubiese sido una licitación conjunta. Ahora el gran desafío es que los dos restantes respeten exactamente las mismas especificaciones, sin alteraciones ni atajos. Los especialistas y los informes técnicos internacionales son claros: solo con soluciones idénticas se garantiza seguridad, continuidad e interoperabilidad. En temas de salud, debe primar lo técnico sobre lo presupuestal, porque está en juego la infraestructura crítica del país.
Tres Data Centers, un solo sistema: la salud exige y requiere de estandarizaciones
Especialistas nos advierten que los dos restantes deben construirse con las mismas especificaciones, sin alteraciones ni improvisaciones. En temas de salud, lo técnico debe primar sobre lo presupuestal
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 27 de agosto 2025) El ambicioso proyecto de Mejoramiento y Ampliación del Sistema Único de Información en Salud (CUI 2430242) fue concebido con una lógica clara: tres data centers —Lima, Trujillo y Huancavelica— que operen en modalidad activo–activo con balance de carga. Esto significa que los tres deben ser idénticos en infraestructura, software, protocolos y seguridad, para funcionar como si fueran uno solo.
Sin embargo, en la práctica, el proceso no fue unitario. El primer data center ya ha sido adjudicado de manera individual, cuando lo recomendable hubiese sido una licitación conjunta que asegurara homogeneidad total. Según fuentes técnicas, el factor presupuestal inclinó la balanza hacia esta fragmentación.
El riesgo de la heterogeneidad
Ahora la prioridad es clara: los otros dos centros deben replicar exactamente las especificaciones del primero. No se trata de una recomendación ligera, sino de una exigencia técnica. El propio informe elaborado con antelación por un organismo internacional subrayó que cualquier variación pondría en peligro la interoperabilidad, la seguridad y la continuidad operativa de los servicios críticos de salud.
Los riesgos de no respetar esta premisa son serios:
- Pérdida de la condición activo–activo y del balance de carga automático.
- Brechas de seguridad por estándares desiguales.
- Imposibilidad de gestión centralizada y aumento de costos de mantenimiento.
- Vulneración de normativas de gobierno digital y protección de datos sensibles.
En buen romance: si los tres no son idénticos, no funcionarán como uno solo.
Salud ante todo
El sector salud trabaja con la información más sensible de la ciudadanía. No hay espacio para la improvisación ni para la dispersión de criterios técnicos. Los especialistas coinciden: en este proyecto debe primar lo técnico sobre lo presupuestal. De lo contrario, el país corre el riesgo de construir una infraestructura que, en vez de fortalecer el sistema, lo fragmente y lo debilite.
La exigencia es directa: que las autoridades aseguren que los dos centros de datos restantes sean copias exactas del primero adjudicado. La inversión pública debe salvaguardar la continuidad de los servicios, la seguridad de la información y la modernización real de la salud digital.
Este es un parto múltiple que no admite improvisaciones. El primer hijo ya nació; los otros dos deben venir con las mismas condiciones. Solo así tendremos un sistema fuerte, confiable y capaz de sostener el futuro de la salud en el Perú. Los resultados, que al final cuentan, dirán si se optó por el camino correcto.
