En el Perú, el gasto público y la recaudación fiscal han crecido como nunca, pero los servicios siguen deteriorándose. Entre 2017 y 2025, el gasto en personal y rubros administrativos pasó de S/ 38,509 millones a S/ 78,602 millones, mientras la recaudación SUNAT subió de S/ 39,924 millones en 2005 a S/ 187,875 millones en 2024, sin contar canon ni ingresos municipales. Pese a este aumento de recursos, la educación, salud, seguridad e infraestructura muestran graves carencias. El problema no es la falta de dinero, sino su ineficiencia, mala gestión y encima corrupción, que impiden que los beneficios lleguen a la población.
Paradoja fiscal en el Perú: recaudación récord, pero más burocracia y servicios deficientes
El Perú atraviesa un momento fiscal inédito: mientras la recaudación tributaria alcanza niveles históricos, impulsada principalmente por el auge minero, el gasto público crece de manera descontrolada en rubros como personal, pensiones y contratos CAS. La indignación crece frente a una administración que parece priorizar la burocracia por encima del bienestar social.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 13 de agosto 2025) En el Perú, los números del Estado muestran una paradoja que indigna. Por un lado, la recaudación fiscal ha alcanzado niveles de crecimiento históricos principalmente por la tributación Minera y por el otro, el Gasto General sigue creciendo desmesuradamente, se han disparado los gastos de Personal, Pensiones y CAS. La gestión pública se ha convertido en refugio laboral, mientras los ciudadanos experimentan servicios cada vez más deficientes.
Cifras que indignan
De acuerdo con cifras oficiales del MEF, entre 2012 y 2025 el presupuesto de gasto general pasó de S/ 85,483 a S/ 198,880 millones, y se proyecta que para 2026 alcance S/ 215,418 millones. En quince años, el gasto se multiplicó por 2.52. La partida destinada a personal, pensiones y CAS muestra un incremento aún mayor: pasó de S/ 41,683 a S/ 101,413 millones en el mismo periodo, representando el 48.83% del gasto total, con un aumento de 2.62 veces. En los gobiernos regionales, el crecimiento es todavía más pronunciado: la planilla se multiplicó por 3.8, pasando de S/ 11,086 millones en 2012 a S/ 35,982 millones en 2025, con proyección de S/ 42,126 millones en 2026.
Dependencia del IGV y la minería
La recaudación de impuestos administrada por SUNAT pasó de S/ 39,924 millones en 2005 a S/ 178,106 millones en 2024, con una proyección de S/ 180,910 millones para 2026, es decir, 4.53 veces más en 22 años. El IGV representa el 48.99% de este total y el Impuesto a la Renta de Tercera Categoría, un 16.85%, siendo la minería responsable de un promedio del 56.01% de este último. En otras palabras, buena parte de la bonanza fiscal proviene del sector minero, no de un crecimiento sostenido y diversificado de la economía.
El espejismo del crecimiento
Con un incremento promedio anual del 8.23% en la recaudación desde 2005, la población esperaría evidentes mejoras en infraestructura y servicios: escuelas modernas, hospitales equipados, calles seguras y carreteras en buen estado. Sin embargo, la realidad dista de ese ideal: infraestructura educativa precaria, postas médicas sin insumos ni personal, delincuencia en aumento y obras inconclusas o abandonadas.
¿Ineficiencia o corrupción?
El problema no se limita a una gestión deficiente. La evidencia apunta a un problema estructural: un Estado sobredimensionado, ineficaz e ineficiente. En muchos casos, la corrupción y la mala priorización de los recursos desvían fondos que deberían cerrar brechas sociales y mejorar la calidad de vida de los peruanos.
Hacia un Estado eficiente
La solución pasa por aplicar un modelo de Estado más austero y eficaz: recortar el gasto público, reducir la burocracia, priorizar la inversión privada, continuar con el libre mercado y privatizar empresas públicas deficitarias. Además, se requiere un manejo estratégico de la recaudación minera, destinándola principalmente a proyectos sostenibles y al cierre real de brechas sociales.



Un comentario
Es una utopía pensar en un estado eficiente. El objetivo debe ser reducir la burocracia estatal a su mínima expresión