La seguridad de las contraseñas es hoy un pilar crítico ante el aumento de ataques digitales. Para abordar este reto, el especialista en ciberseguridad de la PCM, Víctor Morillo Vargas, ofreció el webinar “Gestión Segura e Inteligente de Claves”. AS brinda dos enfoques complementarios. La versión ciudadana explica, en lenguaje claro, la importancia de crear contraseñas robustas, usar gestores cifrados y activar la autenticación de dos pasos. La versión técnica, dirigida a profesionales, detalla estrategias avanzadas, políticas de contraseñas, integración de MFA, control de endpoints y defensa contra phishing, orientando a reforzar la postura de seguridad en entornos de alta exigencia.
Gestión Segura e Inteligente de Claves: La primera muralla contra el cibercrimen
En tiempos de ataques digitales cada vez más sofisticados, las contraseñas robustas y bien administradas se convierten en el primer escudo de defensa para proteger datos personales, empresariales y estatales.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 20 de agosto 2025) Ya no es novedad que en el mundo cada segundo se producen ciberataques y filtraciones masivas de datos, la gestión segura de contraseñas ya no es una opción: es una necesidad urgente. Así lo enfatizó Víctor Morillo Vargas, especialista en ciberseguridad de la Presidencia del Consejo de Ministros, durante el webinar “Gestión Segura e Inteligente de Claves”, organizado por el Centro Nacional de Seguridad Digital.
Morillo recordó que más del 80% de las filtraciones de información se deben a contraseñas débiles, repetidas o mal gestionadas. Casos recientes, como la publicación de más de 6.000 millones de claves robadas o el ciberataque que llevó a la quiebra a una empresa británica, demuestran que un descuido puede tener consecuencias devastadoras.
El especialista explicó que una contraseña segura debe tener al menos 12 caracteres, incluir letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos, y ser única para cada servicio. Además, recomendó usar gestores de contraseñas —como KeePass, Bitwarden o NordPass— que generan y almacenan claves de forma cifrada, evitando el riesgo de olvidarlas o anotarlas en lugares inseguros.
Pero no basta con una clave fuerte: la autenticación de dos pasos es la segunda capa indispensable de protección. Incluso si un ciberdelincuente logra obtener la contraseña, este mecanismo puede impedir el acceso no autorizado.
Morillo también advirtió sobre técnicas de robo de credenciales como malware registrador de teclas, correos de phishing e imitaciones de páginas legítimas potenciadas por inteligencia artificial. La mejor defensa, subrayó, es la combinación de contraseñas sólidas, autenticación multifactor y una cultura de seguridad digital constante.
La lección es clara: cuidar nuestras claves es como cerrar con llave la puerta de nuestra casa. En la era digital, una contraseña débil es una invitación abierta al cibercrimen. Estamos avisados amigos lectores.
Versión para conocedores
Gestión Segura e Inteligente de Claves: Estrategias avanzadas ante la escalada del cibercrimen
El endurecimiento de las políticas de autenticación, el uso de gestores cifrados y la implementación sistemática de MFA son hoy componentes críticos de una arquitectura de seguridad resiliente frente a ataques cada vez más sofisticados.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 20 de agosto 2025) En el reciente webinar “Gestión Segura e Inteligente de Claves”, Víctor Morillo Vargas, especialista en ciberseguridad de la PCM, presentó un panorama actualizado sobre vulnerabilidades asociadas a credenciales de acceso y las mejores prácticas para su mitigación en entornos de alta criticidad.
Citando incidentes recientes —como la filtración masiva de 6.000 millones de contraseñas que comprometió servicios de BigTech y plataformas de streaming, o el ataque dirigido que provocó la quiebra de KNP Logistics Group—, Morillo subrayó que las credenciales siguen siendo el vector de ataque más rentable para el adversario, incluso en organizaciones con infraestructura robusta.
Entre las recomendaciones clave, destacó:
Política de contraseñas: mínimo 12 caracteres con complejidad estructural (mayúsculas, minúsculas, números, símbolos) y unicidad por servicio. Prohibir el versionado evolutivo predecible (e.g., Empresa2024, Empresa2025).
Gestores cifrados: adopción de soluciones como KeePass (offline), Bitwarden y NordPass (cloud), con almacenamiento KDBX y cifrado AES-256, sincronización opcional mediante canales seguros y controles de acceso granulares.
MFA/MFA adaptativo: despliegue obligatorio en sistemas críticos, preferentemente con TOTP/HOTP o llaves FIDO2, evitando SMS como canal primario por su vulnerabilidad a SIM swapping.
Protección endpoint: mitigación de keyloggers y malware de exfiltración mediante EDR, listas blancas de aplicaciones y segmentación de redes.
Defensa contra phishing y credential harvesting: detección temprana de dominios falsos mediante threat intelligence y uso de DNS filtrado, junto con campañas de security awareness avanzadas.
El especialista remarcó que la seguridad de las credenciales no se limita a la fortaleza criptográfica de una contraseña: implica un ciclo continuo de gestión, desde su generación segura hasta su revocación controlada. La tendencia apunta a la transición progresiva hacia modelos passwordless con autenticación biométrica y llaves criptográficas, sin perder de vista la necesidad de capas redundantes frente a fallos o compromisos.
En un escenario donde la inteligencia artificial acelera la capacidad de los atacantes para generar campañas de phishing indistinguibles de las legítimas, la disciplina en la gestión de credenciales es, más que nunca, un componente irrenunciable de la postura de seguridad de cualquier organización.
