Este reportaje, elaborado por la plana de colaboradores de AS, revela el enorme costo que la burocracia impone al Perú y cómo esos recursos podrían transformar la vida de millones de ciudadanos si se destinaran a proyectos de educación, salud e infraestructura. En los últimos quince años, miles de millones se han gastado en alquileres, combustibles y servicios, mientras persisten brechas sociales críticas. La investigación invita a reflexionar sobre la gestión pública y la responsabilidad ciudadana frente a las elecciones del 2026: ¿seguiremos financiando la ineficiencia o apostaremos por un desarrollo real y sostenible para el país?
Evitando el crecimiento en Burocracia, podemos cerrar brechas sociales en nuestro país.
El Perú tiene un enorme potencial para avanzar hacia un desarrollo más justo e inclusivo. Sin embargo, este potencial se ve limitado por un exceso e incremental gasto burocrático que consume recursos que podrían destinarse a educación, salud e infraestructura. Reorientar dichos recursos permitiría mejorar la calidad de vida de millones de ciudadanos y abrir nuevas oportunidades de progreso.
(americasistemas.com.pe – Lima, Perú – 20 de agosto 2025) La pesada carga burocrática en nuestro país ha creado una cultura de gasto que no resuelve los problemas estructurales, sino que perpetúa la ineficiencia y el desperdicio de recursos. Las cifras son elocuentes: mantener costosas estructuras administrativas rara vez se traduce en beneficios concretos para los ciudadanos.
Durante los últimos quince años, el Estado ha incrementado de manera desproporcionada su gasto en rubros que, con una gestión más eficiente, podrían haberse transformado en inversiones estratégicas y sostenibles. Es necesario detener esta tendencia, generar ahorros y reorientarlos al cierre de brechas sociales.
Magnitud del gasto entre 2012 al 2026* y tasa de crecimiento anual:
- Personal, pensiones y CAS: S/ 1,090,669 millones, con un crecimiento anual de 7,13%
- Alquileres de muebles e inmuebles: S/ 20,207 millones, con un crecimiento anual de 11,15%
- Combustibles, carburantes y lubricantes: S/ 20,093 millones, con un crecimiento anual de 3,19%
- Servicios de energía eléctrica, agua y gas: S/ 16,289 millones, con un crecimiento anual de 8,10%
- Servicios de telefonía e internet: S/ 7,204 millones, con un crecimiento anual de 10,71%
Escenario alternativo: mantener fijo el gasto del año 2025 hasta el 2031
Si en lugar de incrementar el gasto se mantuviera constante el nivel alcanzado en 2025, entre 2026 y 2031 SE PODRÍAN GENERAR LOS SIGUIENTES AHORROS:
- En Personal, pensiones y CAS: S/ 121,305 millones
- En Alquileres de muebles e inmuebles: S/ 4,185 millones
- En Combustibles, carburantes y lubricantes: S/ 3,493 millones
- En Servicios de energía eléctrica, agua y gas: S/ 2,265 millones
- En Servicios de telefonía e internet: S/ 901 millones
En total, esto representaría S/ 132,149 millones de ahorro en apenas seis años. Recursos que podrían destinarse directamente a inversión social, sin afectar compromisos laborales y sin resolver los principales contratos del gasto público.
Proyectos transformadores con impacto social
La siguiente tabla muestra ejemplos de proyectos que podrían financiarse con esos ahorros, y el impacto estimado en la población:
Llamado a la acción
Las cifras demuestran que el problema no está en la falta de recursos, sino en cómo se gestionan. Como sentenció Joseph de Maistre: “Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”. La gran pregunta es: ¿merecemos resignarnos a que miles de millones se destinen a mantener una maquinaria burocrática mientras millones de peruanos carecen de servicios básicos?
El Perú necesita una transformación en la forma de gastar. Cada sol puede marcar la diferencia si se invierte con visión y responsabilidad. Esto exige ciudadanos vigilantes, líderes íntegros y un compromiso colectivo con la transparencia y la eficiencia.
Elecciones 2026: una oportunidad histórica
En abril de 2026, los peruanos elegiremos a un nuevo presidente y a un número récord de autoridades. No será una elección más, sino una coyuntura que definirá el rumbo del gasto público y la posibilidad de dejar atrás un modelo ineficiente.
La historia reciente nos recuerda la importancia de elegir con seriedad: en los últimos 30 años, la mayoría de los presidentes han terminado encarcelados o involucrados en casos de corrupción. Esto debe cambiar. Nuestro voto es la herramienta más poderosa para exigir un futuro distinto.
Reflexión final: Tu voto, tu futuro
El 2026 no es solo un año electoral, sino un punto de inflexión. Es nuestra oportunidad de transformar el Perú, de priorizar la educación, la salud y la infraestructura sobre la burocracia. La apatía o el desencanto no pueden decidir por nosotros.
Revisemos los programas de gobierno, exijamos propuestas claras y realistas, y votemos con responsabilidad.
El Perú lo merece. Los peruanos lo merecemos. El futuro está en nuestras manos.



